Logo-Tripartita-3
Servicio-Social-de-Psicologia-2024
Forma-parte-de-la-CT-2024

Integrantes de la Comisión Tripartita Permanente:

Nombre

Sector

Rosalía Guadalupe Rosales Andrade

Estudianta

Jennyfer Mariel Rosales Pineda

Estudianta

Tania Valeria Galicia Fernández

Estudianta

Ariadna González Vega

Estudianta

Mitzi Jocelyn Roldán Armenta

Estudianta

María del Carmen Castro González

Académica

Ana Celia Chapa Romero

Académica

Patricia Paz de Buen

Académica

Claudia Ivette Navarro Corona

Académica

Sandra Gabriela Pérez Magaña

Trabajadora

Escríbenos a:
ctp@psicologia.unam.mx

Objetivo general de la Comisión Tripartita Permanente

Generar un espacio independiente y permanente de mujeres representantes de los sectores de trabajadoras, estudiantes y académicas, que vigile, acompañe, dé seguimiento y recomendaciones a los procesos de prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia de género de la  Facultad de Psicología (UNAM), así como generar e implementar una propuesta para la consolidación de  una política de género al interior de la Facultad.

Funciones de la Comisión Tripartita Permanente

  1. Para cumplir de manera competente e informada, las integrantes de la Comisión Tripartita Permanente (CTP) se comprometen a capacitarse y actualizarse permanentemente en temas de género, así como, a establecer vínculos con especialistas (i.e. mujeres y asociaciones con formación en perspectiva de género y comprometidas con la erradicación de la violencia de género) que puedan asesorarlas y acompañarlas.
  2. Orientar de forma integral a mujeres, disidencias y miembros de la comunidad, que hayan vivido o conozcan de alguna situación de violencia de género, y en caso de que se decida iniciar un proceso de queja o denuncia formal, referir a las dependencias correspondientes e informar sobre los procedimientos pertinentes. A la vez, que se brinda un acompañamiento que evite la revictimización.
  3. Observar las acciones de la Unidad Jurídica y la Dirección de la Facultad de Psicología, a través del acompañamiento a las personas víctimas de violencia de género. A partir de ello, emitirán en caso de ser necesario, recomendaciones a estas instancias para que las investigaciones y resoluciones se realicen desde una perspectiva de género, no revictimizante y en apego al marco normativo nacional y universitario, que incluya la reparación del daño justa y eficaz.
  4. Generar un registro de denuncias y quejas formales y anónimas con el fin de dar seguimiento a las dificultades que enfrentan las mujeres y disidencias en estos procesos de denuncia y queja. A partir del enlace con la Comisión de Equidad y Género del H. Consejo Técnico, la CTP podrá proponer, sugerir o recomendar a las instancias académico-administrativas de la Facultad las acciones pertinentes para que garanticen la debida diligencia en el proceso de quejas y denuncias.Dicho registro también permitirá considerar la posible relación de denuncias anónimas con las quejas presentadas formalmente, en la misma oficina y/o en la UNAD, con el fin de que la Dirección y la Oficina Jurídica lo tomen en cuenta para contextualizar los antecedentes del presunto agresor.
  1. Diseñar un protocolo de acompañamiento, con perspectiva de género, para las mujeres y disidencias víctimas de violencia de género en la Facultad de Psicología; que incorpore el trabajo realizado por las Mujeres Organizadas de la Facultad de Psicología.
  2. Dar seguimiento y en caso de ser necesario, emitir recomendaciones a las instancias académico-administrativas de la Facultad de Psicología responsables de implementar acciones que permitan la prevención, atención y sanción, las cuales en su conjunto propiciarán la erradicación la violencia de género.
  3. Participar en el fortalecimiento de la Política Institucional de Género en la Facultad, contribuyendo en el diseño y ejecución de: talleres, capacitaciones, cursos, festivales, encuentros, coloquios, campañas de difusión, etc., encaminadas a prevenir, atender y erradicar la violencia de género, particularmente hacia las mujeres.
  4. Realizar propuestas a los órganos de decisión de la Facultad de Psicología y la UNAM para fortalecer e impulsar la Política de Género en la UNAM, para coadyuvar en la construcción y mantenimiento de una cultura libre de violencia de género en la Facultad.
  5. Dar seguimiento al cumplimiento de los puntos 4 (Apertura y Seguimiento de Carpetas), 6 (Destitución del Jefe de la Unidad Jurídica), 7 (Contratación de la Abogada con Perspectiva de Género para la Unidad Jurídica), 9 incisos “e (Transversalización de la perspectiva de género en el plan de estudios), f (Mayor oferta y difusión de: talleres, conferencias y mesas de diálogo con perspectiva de género) y g (Aumento de espacios, programa y líneas de investigación sobre violencia de género)”, 10 (diagnóstico y evaluación integral), 11 (diseño de protocolo de emergencia para atender las llamadas en los botones de pánico), 12 (Respeto de espacios en el Plantel para la Organización de actividades feministas) y 13 (Evaluación docente que considere preguntas referentes a tratos o comportamientos discriminatorios, homofóbicos y machistas) del Pliego de Exigencias de la ASMOFP.
  6. Elaborar un informe de trabajo semestral para la Comunidad y para el H. Consejo Técnico, el cual se enviará través de la Comisión Permanente de Equidad y Género.

Acompañamiento

Definición de acompañamiento del glosario de INMUJERES:

Acompañamiento. Trabajo con las víctimas en las diferentes fases o etapas del caso, teniendo en cuenta sus propias necesidades. Este acompañamiento tiene una fuerte perspectiva psicosocial e incluye, aunque no siempre, la intervención de profesionales de la salud mental. El trabajo de los abogados patronos o representantes de las víctimas suele tener un componente de apoyo, ya que éste se basa en la construcción de la confianza y logra, en muchos momentos, una cercanía humana   y afectiva que supera la relación basada en los aspectos jurídicos del caso. En el contexto de procesos judiciales o demandas, el acompañamiento psicosocial se orienta al apoyo en la preparación frente al juicio o audiencia, y para las fases posteriores, con base en la dimensión total del proceso; es decir, no se limita a momentos puntuales. Este apoyo debe considerar tanto la prevención como la atención a los problemas que se presenten.

En este sentido, el acompañamiento, debería:

  1. Adaptar el diseño del proceso para disminuir los factores de estrés asociados con el contexto en el que se hacen las demandas;
  2. Proporcionar criterios de trabajo con las víctimas para los diferentes actores que intervienen; y
  3. Suministrar apoyo específico a las víctimas. Esto último incluye:
    1. Brindar sustento emocional frente al miedo, la angustia o el impacto de las amenazas por la denuncia o las gestiones judiciales;
    2. Ayudar a familiarizarse con el proceso, las dificultades, el manejo de la tensión, y brindar a la víctima información adecuada sobre el mismo. Las víctimas tienen que estar preparadas psicológicamente con anterioridad, para enfrentar experiencias estresantes; y
    3. Acompañar el proceso tanto con prevención como con la atención a los problemas que se Más allá de los momentos difíciles, o que generan mayor atención, proporcionando seguimiento cuando sea necesario (Beristain, 2009: 58-59).

La necesidad de acompañamiento psicosocial se hace más evidente en los momentos críticos del proceso, pero no se restringe a ellos. Momentos clave son las experiencias potencialmente estresantes, como el testimonio público o los interrogatorios por parte de agentes del Estado. Una valoración de estas cuestiones puede evitar problemas posteriores, como la negativa de testigos clave, o cambios de conducta y estrés extremo.

Esas situaciones señalan la importancia de tener en cuenta algunos indicadores de riesgo. Hay que recordar que algunas personas tienen conflictos o ambigüedad frente al litigio; cuentan con escaso apoyo familiar o falta de espacios de apoyo; tienden a la inhibición cognitiva o emocional como forma habitual de enfrentar los hechos, sin posibilidad de compartir sus experiencias; han tenido que hablar de forma reiterada sobre los hechos, con una sobrecarga emocional, miedo o amenazas que generan bloqueo; debieron declarar sobre experiencias con un fuerte componente traumático o estigmatizante; o han carecido de contacto con abogados y la implicación con una demanda.

Algunas consideraciones para el acompañamiento son:

  1. Mantener el ritmo del caso: todos tienen sus propios ritmos y procesos, por lo que es necesario facilitar la comunicación e información hacia las víctimas, para que el contacto con ellas no se circunscriba a determinados trámites o al momento en que entra en una fase de activación. La gente resiente la pérdida de contacto, lo que puede influir en sus expectativas. Es mejor explicar que no se tiene información todavía, a mantener largos tiempos de silencio, que suelen ser malinterpretados y vistos como desinterés.
  2. Realizar actividades específicas de acompañamiento: los procesos judiciales no pueden convertirse en terapias, pero tampoco se debe ser insensibles a las demandas psicosociales de las víctimas. En ausencia de espacios específicos, las cuestiones jurídicas terminan frecuentemente ocupándolo todo. Los tiempos sin aspectos jurídicos relevantes pueden ser complementados con otras actividades de preparación o de acompañamiento psicosocial.
  3. Apoyarse en otros roles de acompañamiento: El abogado/a es generalmente la persona que da seguridad, que sabe lo que se está tratando y con quien se tiene confianza; pero el acompañamiento psicosocial a través de otros profesionales es un aspecto complementario. El litigio puede verse beneficiado con otras personas de referencia que apoyen aspectos prácticos y acompañen los procesos familiares o colectivos (Beristain, 2009: 63-65).
Visita el vídeo de Instalación de la CTP del 1° de septiembre de 2021:

Comunicado de Toma de Posesión de la Comisión Tripartita Permanente.
1º septiembre 2021